La semana de los cambios

Ya se acaba esta semana loca. Ya vuelve la normalidad y la monotonía. El cambio de hora de hace un rato culmina una semana de muchos cambios. El lunes vuelvo a clase sin coche, sin barba, sin pelo y con la cara roja del sol de la montaña. Volveré a pasar de la cañita diaria, el trasnochar y el levantarse a cualquier hora, a la vida entre la universidad y mi habitación, el despertador por la mañana y los párpados que pesan a medianoche.
Se puede decir que ha sido una semana santa feliz. Ha habido de todo un poco: familia, amigos, visitas, viajes, fiesta, sol, lluvia, nieve, sueño, algún madrugón, estudio, música, blog... Aunque también es verdad que siempre se echan de menos algunas cosas o algunas personas.
Ahora mismo no me apetece nada volver a Burgos, pero como no queda más remedio, intentaré llevarlo lo mejor que pueda. No espero mucho de los próximos meses, pero intentaré ser feliz. Supongo que ,entre otras cosas, me agarraré al blog cuando no tenga nada que hacer o tenga ganas de contar algo. Espero que siga subiendo el contador y que de vez en cuando sigan llegando comentarios, que me gusta mucho. Si tenéis cualquier sugerencia, petición, queja o lo que sea, no dudeis en escribirme.
Sed todo lo felices que podáis y todo lo buen@s que creáis necesario. Yo me voy a la camita que ya es hora. Besos y abrazos para tod@s.