22 de junio de 2008

John Milner - Loquillo


No siempre escucho las canciones que pongo, pero hoy me ha dado por hacerlo y me he puesto un poco melancólico. Estaba siguiendo la letra y me acordaba de aquellos años, "cuando fuimos los mejores"

Muchas veces lo recuerdo y me da un poco de vergüenza ajena (que en este caso es propia, pero bueno) pensar en esas discotecas a las que íbamos, esas pintas que llevábamos (camisa y las Sendra desgastadas), esos chungos que saludábamos, ese aire de ser los putos jefes...
Qué recuerdos... Eran años felices, en los que nuestra mayor preocupación era que se nos pasara el pedo a tiempo para llegar bien a casa (a eso de las 12 o la 1 como mucho). Cómo me acuerdo de esos viernes y los cachis del Refugio a seiscientas pesetas, los billares del Hadock, la entrada de Rodeo con cerveza o Martini, el veneno del Boston, el Coliseum, el Foro, el 5ª, el Malecón y a veces la Raspa... Esos sábados de la OH! a quinientas pesetas más el perchero, con la consumición que al principio era chupito de mora, luego Martini, luego cerveza y al final cubata de Bacardi 5...
Todo estaba controlado. Sabíamos dónde había que ir y por dónde era mejor no pasar. Cada grupo de conocid@s estaba localizado porque siempre íbamos a los mismos sitios y nos poníamos en las mismas zonas. Sabíamos dónde estaban los malotes conocidos, los malotes ajenos, las exnovias, la gente de clase... Todo estaba controlado.
Nosotros, con nuestros mases y nuestros menos, pero éramos cuatro. Cuatro tan distintos que nos complementábamos bien. Luego nos hicimos mayores y tuvimos que ir a la universidad justo en el momento menos indicado.
En fin.. Fueron tiempos felices.
Luego el tiempo nos fue poniendo en sitios distintos y de los cuatro ya sólo quedan algunas fotos y muchos buenos recuerdos.
Esta canción va dedicada a Toño, Carlos y Fran
Un abrazo para cada uno.



La escena era concreta:
camiseta blanca y unos jeans
Apuraba aquel pitillo
orgulloso y viril.
Con la mirada ceñida
a los cánones de Jimmy Dean
grasientos los cabellos
botas claveteadas
esperando ver llegar el fin de semana
te aseguro que nada me importaba
el futuro que nos esperaba.

Tenía una novia sencilla y feliz
que era la viva imagen de Marilyn
y unos amigos con quienes jugar
a ser los faraones de la ciudad
Callejeando siempre en busca de acción
moviendonos al ritmo del viejo rock and roll
llegamos a ese punto de inflexión
que separa la realidad de la ficción.

John Milner ya no vive aquí
Lentamente, se llevo parte de mí
Y ahora que todo es más viejo más frío y más gris
y sientes cómo el tiempo va a por tí
cuando la nostalgia daña mi corazón
una voz conocida hace su aparición
La música al infierno voló
el día que Woody Holy murió

Te estoy hablando de los viejos tiempos
esos que ya no volverán
Las drogas terminaron por estropear
las pequeñas cosas que nos hicieron amar
La amistad, nuestra pequeña libertad
y ese tren sin rumbo y sin dirección
ya no para ya no se para en cada estación
Los muchachos del verano se dijeron adiós
En el día que Buddy Holly murió

1 comentario:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar