27 de enero de 2009

A la sombra de un León - Ana Belén y Sabina

Alguien dijo alguna vez que la cordura está sobrevalorada...



Llegó
con su espada de madera
y zapatos de payaso
a comerse la ciudad
Compró
suerte en Doña Manolita
y al pasar por la Cibeles
quiso sacarla a bailar
un vals
como dos enamorados
y dormirse acurrucados
a la sombra de un león
¿Qué tal?
Estoy sola y sin marido
Gracias por haber venido
a abrigarme el corazón

Ayer
a la hora de la cena
descubrieron que faltaba
el interno 16
Tal vez
disfrazado de enfermero
se escapó de Cienpozuelos
con su capirote de
papel
A su estatua preferida
un anillo de pedida
le mango en el corte inglés
Con él
en el dedo al día siguiente
vi a la novia del agente
que lo vino a detener

Cayó
como un pájaro del árbol
cuando sus labios de marmol
le obligaron a soltar
Quedó
un taxista que pasaba
mudo al ver como empezaba
la Cibeles a llorar

Y chocó contra el banco central

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